Hace unos días han inaugurado la segunda tienda Decathlon de Sevilla, según dicen es la segunda mas grande de España, cuenta incluso con varias pistas deportivas anexas. Está muy bien, por su puesto está en las afueras, en la salida hacia Alcalá de Guadira. Estuve visitándola e hice algunas compras que necesitaba, pasé bastante tiempo allí viendo, comparando y probándome: gafas, prendas deportivas, etc. Cuando llegué estaba a tope y cuando noté que el numeroso público había bajado fue cuando me dí cuenta de que llevaba allí demasiado tiempo. Me fui para las cajas y cuando la cajera me extiende la mano para devolverme la vuelta del dinero, ¡ZASSS! Le doy un calambrazo. Madre, nunca me había pasado darle un calambrazo a alguien. La cajera se puso a mirarme el brazo, buscando algún cable o resorte que llevara, nerviosilla y pensando que había sido una broma. ¡Jajaja!
No se me ocurrió nada más que sonreír y decirle:
- ¡Te he dado calambre!
Y ella muy nerviosa responderme:
-Si, si. Perdona.
-Adiós.
-Adiós.
Después cuando llego a casa y toco la puerta del ascensor, ¡ZASSS! Solté otro calambrazo.
He visto gente a quienes le pasaba pero a mí es la primera vez que me sucede.