jueves, 29 de enero de 2009

Echando un rato deportivo.

Ayer estuve en las instalaciones deportivas a las que vamos un grupo de amigos únicamente a jugar padel. Nos sale una hora y veinte minutos a 2 euros cada uno, es decir ocho euros entre los cuatro. Allí echamos un rato bueno entre nosotros. Son instalaciones públicas, las pistas están bastante bien, son nuevas con pavimento de césped artificial y cerramiento de malla de alambre y cristales de vidrio. Además la mayoría están cubiertas con una gran estructura metálica y lona, son muy chulas. Nos vestimos en el vestuario que está disponible para los aficionados a ese deporte, al fútbol siete, al atletismo o al golf, y, la verdad, es que este si que es algo cutre y da la impresión de estar sucio, con el mobiliario viejo y un poco oxidado. El extractor del aire tiene una manta de pelusa que poco a poco lo va cubriendo. Paso de ducharme allí, sólo lo uso para lo mínimo que es cambiarme de ropa.

De entre la gente que anda por allí, el otro día vimos en el gimnasio a un deportista ya mayorcito practicando boxeo. Golpeaba con los puños -llevaba los guantes de boxeo puestos- un pilar de hormigón del edificio, nos quedamos impresionados. Al salir nos dijo que él de joven había sido boxeador olímpico y que en su época no había tantas cosas como hay hoy para entrenarse, de modo que golpeaban muros y saltaban la comba subiendo por zonas con muchas pendientes, entonces dijo que había pocos medios y que las cosas se hacían así.

martes, 27 de enero de 2009

Una renovación muy difícil.

En el trabajo una compañera se esforzaba por renovar el certificado de usuario digital a través de la página que la FNMT tiene para esa finalidad. Yo no sabía que estaba con ese problema hasta que me preguntó:
-Pp, ¿tú has renovado el certificado de usuario?
-El de usuario digital, sí. Hace ya tiempo y me costó mucho trabajo poder hacerlo y ahora no recuerdo como lo hice.
Seguí con mis temas, hasta que me dí cuenta que no encontraba la forma de hacerlo y empezaba a desesperarse. Me acerqué y empezamos a hacerlo juntos. Primero leí una respuesta que la FNMT le había enviado y que no aclaraba nada, sólo hablaba de la contraseña maestra del Firefox. Empezamos pulsando el enlace del email en el que le comunicaba que debía renovar el certificado antes de que caducara. Seguimos todos los pasos y a la hora de firmar la petición de renovación, sucede que no la acepta. Recordé que eso mismo me pasaba a mí, que en el trabajo usamos el Mozillla Firefox y que no podíamos usar el Explorer porque no teníamos permiso de administrador para hacer y deshacer sobre certificados. Así que buscamos en el Google y allí aparecen muchas personas con el mismo problema. Leimos varios hasta que dimos con uno que daba la solución. Primero había que instalar un certificado de autoridad de certificación de la FNMT en el Mozilla Firefox, a través de un archivo que se llama FNMT clase2ca.cer, que hay que descargarlo de su web, pero que no encontrábamos dónde estaba. Por fin, de nuevo a través de Google localizamos otra web en la que se podía descargar y explicaba lo que había que hacer para renovar el certificado. Lo descargamos, lo instalamos, lo abrimos desde herramientas, opciones, certificados de autoridad. Le activamos las tres casillas que hay en el cuadro que se abre y ya estaba hecho. Repetimos el proceso entero para renovar el certificado digital, ya lo pudo firmar y enviar. Le dió una clave para descargárselo desde el mismo ordenador a las 24 horas.
Todo se había hecho. Sin embargo en la página web de la FNMT no te aclaran que en el caso de usar el Firefox como navegador por Internet, hay en primer lugar que instalar el certificado de la propia FNMT como autoridad de certificación para después proseguir con la renovación del certificado del usuario digital. Parece mentira que en este pais que se habla tanto se haga tan poco. La renovación es fácil con el Explorer pero muy dificil con el Firefox, simplemente porque no hay una explicación de cómo hacerlo.

miércoles, 7 de enero de 2009

La cabalgata

El día 5 por la tarde salió la cabalgata de los Reyes Magos que organiza el Ateneo de Sevilla, fui a verla como decenas de miles de personas. Este año me pareció mejor que otros años, con las carrozas muy bien decoradas para festejar esta fiesta de los pequeños. El gentío era enorme, el ambiente sano y de diversión. Disfruté y las gentes disfrutaban a mi alrededor. Hice fotos a las carrozas. Cuando tenga un rato mayor pondré alguna para compartirlas. No llovió, pese a la previsión de que sucedería. Al día siguiente, muchas pequeñas cabalgatas recorrieron las barriadas de Sevilla, la mayoría de ellas de tres a cinco carrozas, ninguna puede competir con la estupenda del Ateneo. El único problema que le veo es que se quedan las calles llenas de caramelos que sobran porque echan tantos que nadie los recoge y que terminan pisoteados y, en el peor de los casos, pegados a las suelas de los zapatos, que después cuesta mucho quitar de ahí. Por eso quizás este año echaban también algunos muñecos antiestrés, juguetes pequeños y caramelos blanditos que esos no se dejaban de recoger.