Si la montaña no viene a tí ve tú a la montaña

Esta semana ya pasada he podido disfrutar un par de días fuera de la rutina del trabajo. Gracias a eso que alguien llama unas vacaciones de estudiante.

Eso consiste en asistir a un curso que te propongan en tu trabajo fuera de tu lugar de residencia e irte "payá". Y que me tocó esta vez en Madrid. Así que "carretera y manta" y "palante". Eran dos días allí con gastos de matrícula, transporte, alojamiento y manutención incluidos. Salí el jueves muy temprano, creo que acababan de poner las calles en Sevilla, me fui para la estación de Santa Justa a tomar el AVE y en dos horitas y media estaba en Madrid. Después eso sí, todo el día metido en el curso. A conocer nuevas cosas y recordar otras que ya sabía. Si es que voy a "aprendé casi de tó". Luego por la noche un pequeño desquite a tanta dedicación con una vueltecita por la zona de la ciudad en la que estabamos, entramos en varios locales de la zona del hotel, varias cervecitas y algunas raciones como cena. De entre ellos me gustó mucho uno de la calle Velázquez que se llama "LateraL" - con la última L escrita al revés de derecha a izquierda, estaba a tope, con un buen ambiente, bien servido y muy a gusto que se estaba allí. Después al pedazo de hotel que nos habían buscado. Porque la habitación tenía al entrar un recibidor con sofá, mesa escritorio y televisor, del recibidor a la izquierda la entrada al cuarto de baño y a la derecha la del dormitorio en el que había dentro de un mueble otro televisor.
El viernes después del desayuno en el hotel, del tipo buffet, toda la mañana entera en el curso y a primeras horas de la tarde de vuelta a Sevilla en el AVE. Este era doble -dos trenes unidos por los morros- y venía lleno total de gente que trabaja allí y vuelven a pasar en casa el fin de semana.
Por cierto en la estación de Atocha me sorprendió la cantidad de anuncios que había del nuevo AVE a Málaga. Parecia que fuera el primero que va a funcionar en este país.

¡Hasta Lueguito!