En la Isla de la Cartuja, existe una franja de terrenos preparados como aparcamientos desde la época en que se celebró allí la Expo´92, tienen un diseño consistente en dos vías longitudinales una de entrada y otra de salida; entre ambas se establecen cortas calles transversales con bandas de aparcamientos a sus dos lados. Entre cada calle y entre cada dos plazas de aparcamiento hay dispuestos parterres que los limitan, en ellos crecen árboles y adelfas que allí plantaron no se cuando. Como el mantenimiento de esas zonas ha sido prácticamente nulo, las adelfas crecieron tanto que invadieron parte de los sitios destinados a aparcar los coches. El resultado fue que por cada dos aparcamientos previstos inicialmente sólo se podía usar uno, de otra forma las ramas de las adelfas impedían el poder abrir las puertas a los coches que allí paraban.
Por suerte, han venido hace unos días a podar las adelfas y los árboles, ya caben dos coches en las dos plazas previstas, pero aún algunos siguen aparcando en medio ocupando con su vehículo dos plazas. Hay gente bastante incívica, esto es una prueba más de ello. También la de la poda que se le ha dado a las adelfas, las han dejado sin ninguna rama, ya veremos si sobreviven en la fecha en la que estamos.
2 comentarios:
es que ni unos ni otros...y todo por no usar un poquito la cabeza, si es que...
Si, pero que no da rabia ni nada ir a aparcar y ver al gracioso de turno que ha ocupado dos sitios... aunque que se carguen los árboles da mas rabia todavia.
Saludos.
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