La estática

No me refiero a la estática de las fuerzas y las masas, ni a la bicicleta estática que sirve para pedalear sin moverse del sitio, curioso invento que pudiera haberse llamado la "pedaleadora inútil" o la "bicicleta quieta" o de muchas otras formas.

Me refiero a la electricidad estática, esa que dicen se genera en los cuerpos cuando se rozan entre ellos; aunque hay veces en los que es el cuerpo de uno el que se carga con esa electricidad y va por ahí como si fuera una pequeña pila dándole calambrazos a la gente o pasando la electricidad a lo que tocas.

Eso es lo que me ha pasado hoy a mí. Me compré una linterna en una tienda de los chinos - de led´s a 1,50 euros me costó, una ganga de verdad, funciona y todo-, venía envasada en un plástico rígido y dentro traía tres pilas envueltas en su correspondiente plástico. Comencé a colocarle las pilas para lo que empecé a quitarles a estas el plástico que las protegía. He aquí dónde empezó la descortés amiga estática a jugar conmigo, porque el dichoso plástico se me quedó pegado a los dedos y no había forma de que me soltara. Lo intenté cogiéndolo con los dedos de la otra mano, nada, no sirvió de nada. Lo intenté dejar sobre la mesa, y no había forma, lo rocé con un objeto y nada siguió prefieriendo mi dedo. Total que me acerqué a un enchufe de la pared y metí los dedos, ¡qué no toqué los polos que me hubiera dado calambre!, sólo toque los conectores que de tierra del enchufe y, como por arte de magia, se soltó de mí y se cayó al suelo.

Bueno bromas aparte, a mí en alguna ocasión -en pocas desde luego- al tocar un pasamanos metálico en una escalera o un pomo de una puerta me ha dado calambre. Lo peor le pasaba a una compañera del trabajo que le daba un calambre cuando rozaba a algunas personas.

Jajaja, que curiosa y traviesa que es la estática esa.