Ya empezó la tediosa temporada de las comidas laborales de Navidad.
Cada año hay más.
Hoy he ido a la primera con un grupo de amigos del trabajo, que no es la de la oficina de la empresa que vendrá la semana que viene, ni la de la central de la empresa que vendrá después, ni la que nos invitan de otra que tiene muy buenas relaciones con ésta, por cierto en un pueblo del Aljarafe, que todos dicen que suele estar muy bien, así que será más difícil no ir, ni la de la gente con las que trabajaba hasta el año pasado. Un hastío total, así que no sé si asistiré a todas.
La de hoy ha sido en un restaurante de la cadena San Marco, estaba a tope porque había varias comidas más del mismo tipo, mucho ruido por las conversaciones de las otras mesas, poco espacio entre comensales y para el paso de camareros. La comida en sí ha estado bien, aunque el plato de pastas italianas era demasiado grande y me llenó demasiado. Después salimos a tomar unas copitas a un bar tipo discoteca, del que he salido pronto para casa dejando allí al resto, no me apetece ahora estar en esos tipos de locales en los que la música no te deja escuchar lo que los otros hablan y dónde te cuesta un ojo de la cara cualquier cosa que tomes.
Cuidarse mucho y hasta luego.
4 comentarios:
que mal sienta hacer cosas por compromiso :S cenas, citas, puaj. Mucho ánimo, suerte que son solo una vez al año.
yo tambien tuve mi comida de departamento el jueves, luego viene la de empresa el 12 de enero, si hijo el 12 de enero! si es que son mas raritos!
Hola!
Pues yo por ahora me he librado de esas cenas. Creo que haremos 1 los amigos pero poco más :)
Como aún no trabajo me libro
un beso!
Carmncitta: Gracias, ya comentaré que tal fueron.
Mónica: Esa fecha para nosotros suena un poquito lejos.¡Qué raritos son! :)
Musi: Jo, qué bien, la de los amigos son las mejores. Disfrútala.
Publicar un comentario