Hoy me he cruzado de nuevo con una chica que siempre que la veo va corriendo como si llegara tarde todas las mañanas al trabajo. No es un día ni dos, hace meses que de vez en cuando me la cruzo por los mismos jardines y siempre va corriendo y con el apuro de quien no llega tiempo. Ya me dá algo de risa verla.
Por otra calle a veces me cruzo con uno que lleva siempre la misma ropa muy llena de goterones de pintura, es un pintor de brocha gorda no hay duda, lo curioso es que a este a veces lo he visto al regreso, parece que tiene los mismos horarios.
A veces me he encontrado con alguna compañera que no sabía que vivía por la zona dónde yo, y curiosamente también me la he encontrado días y días seguido, era casi como si lo hubieramos acordado, pero no era así. Otras veces con una vecina, y lo mismo, al coincidir un trayecto y charlar con ella pues se coge mas cercanía que antes de esa coincidencia.
Otra vez estoy esperando el autobús y llega una muchacha muy grandota y venga a hablarme. Pero bueno que me vé hoy si he salido igual de cansado que todos los días. Yo me limito a contestarle a lo que dice, porque no busco una relación y si tranquilidad en mis trayectos.
También me he encontrado a conocidos que no veía hace tiempo y con los que en algún caso tampoco tenía ganas de charlar, así que aguanto el tipo hasta que vamos por caminos diferentes.
Otras veces me cruzo siempre con un grupo muy numeroso de inmigrantes, rumanos posiblemente, que esperan en la acera de una plaza como que los recojan para irse a algún trabajo de la construcción, aunque esto parece dificil en estos tiempos.
Los días que cojo el autobús también coincido con inmigrantes rusas, y con multitud de hispanoamericanas y a veces algún africano negro. También es curioso pero no recuerdo haberme cruzado con norteafricanos que acudan a su trabajo, y digo curioso, porque haberlos los hay pero no los he visto a las horas en las que me dirijo o vuelvo del trabajo.
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