martes, 27 de abril de 2010

Paseo de un doble

Me crucé el otro día mientras caminaba por un parque, zona verde creo que lo llama el palabrerío municipal, con un individuo al que, a medida que se acercaba, le notaba un aire raro. Desde luego no parecía de esta tierra del Suroeste de Europa que es el triángulo del antiguo Reino de Sevilla, es decir, las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, y parte de las de Badajoz y de Málaga. No era inmigrante, que va, pero tenía un aire más distante como la gente de otras tierras de esta península descohesionada. Tras cruzarme con él, empecé a relacionarlo con la imagen de un político muy conocido por todos, por muchos motivos, algunos de ellos muy, pero que muy personales, que se hicieron conocidos y debatidos en todo el mundo. Estoy hablando de Bill Clinton. Si era propio a él, en la cara, en los ojos, en el peinado, en la expresión con que me miró, en los andares. Vamos que pensé que era igualito a él, pero también era imposible confundirse, no era él, este individuo con el que me crucé era bajito, muy bajito, tanto que era como un doble de Clinton pero a escala reducida. Era como un clon defectuoso por su escasa estatura frente a ladel clonado. Por ello puedo decir que el otro día me crucé con el doble bajito de Bill Clinton. Curiosidades de la vida.

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